Cuento.
Atrapada en un rincón de cristal, en un mundo sin escape, condenada por las presiones de la vida, harta de las mascaras diarias, sin nada mas que un amigo que la entiende y su muñeca vieja, solo quiere gritar y alejarse, escapar de todo, de su mente, de sus presiones, de las miradas… de ella misma; como quisiera vivir en un mundo sin presiones, tal como el de Monique, su hermana mayor.
Annete nunca supo como es que Monique hacia lo que hacia, tampoco sabia si la envidiaba o la detestaba, si la admiraba o le enojaba, pero gracias a eso se había mantenido un tanto alejada de la locura de su hermana… para mal, hoy en día mantenía sobre sus hombros las presiones de ambas…
Monique, refugiada en su esfera de irrealidad escapaba del mundo, sus presiones y las obligaciones que la ataban a este con la ayuda de Robin. Robin no era precisamente una buena persona, irreverente, problemática y despreocupada (a decir verdad una de esas personas a las que les gusta llamar la atención a como de lugar, y que uno no quiere encontrarse muy a menudo)… pero estaba inevitablemente ligada con Monique, mas no por ello con Annete y se lo hacían notar cada vez que podían…
Annete simplemente quisiera huir, a veces hasta morir, olvidarse de todo, denunciar las verdades de la sociedad que la encierra, escapar a la luna y observar al mundo sin sentirlo, vivir en un mundo de papel, o tal vez en una película en blanco y negro, eso seria divertido…
En fin, el tiempo muere y todo espesa… Annete algún día lograra escapar… escapar de su mundo de pesadillas, de los monstruos que la atormentan, de los sueños rotos, de sus lágrimas vacías y de la penumbra que habita en su corazón. Porque si bien ni ella ni yo creemos en los cuentos de hadas y en los finales felices ambas sabemos que siempre hay un modo de escapar, de huir, de reventar la burbuja que nos asfixia, ambas estamos concientes que mañana será otro día y que el futuro algo bueno debe de traer…
Pronto ambas seremos libres, solo es tiempo… y tal vez un cuchillo lo que se necesita…
Atrapada en un rincón de cristal, en un mundo sin escape, condenada por las presiones de la vida, harta de las mascaras diarias, sin nada mas que un amigo que la entiende y su muñeca vieja, solo quiere gritar y alejarse, escapar de todo, de su mente, de sus presiones, de las miradas… de ella misma; como quisiera vivir en un mundo sin presiones, tal como el de Monique, su hermana mayor.
Annete nunca supo como es que Monique hacia lo que hacia, tampoco sabia si la envidiaba o la detestaba, si la admiraba o le enojaba, pero gracias a eso se había mantenido un tanto alejada de la locura de su hermana… para mal, hoy en día mantenía sobre sus hombros las presiones de ambas…
Monique, refugiada en su esfera de irrealidad escapaba del mundo, sus presiones y las obligaciones que la ataban a este con la ayuda de Robin. Robin no era precisamente una buena persona, irreverente, problemática y despreocupada (a decir verdad una de esas personas a las que les gusta llamar la atención a como de lugar, y que uno no quiere encontrarse muy a menudo)… pero estaba inevitablemente ligada con Monique, mas no por ello con Annete y se lo hacían notar cada vez que podían…
Annete simplemente quisiera huir, a veces hasta morir, olvidarse de todo, denunciar las verdades de la sociedad que la encierra, escapar a la luna y observar al mundo sin sentirlo, vivir en un mundo de papel, o tal vez en una película en blanco y negro, eso seria divertido…
En fin, el tiempo muere y todo espesa… Annete algún día lograra escapar… escapar de su mundo de pesadillas, de los monstruos que la atormentan, de los sueños rotos, de sus lágrimas vacías y de la penumbra que habita en su corazón. Porque si bien ni ella ni yo creemos en los cuentos de hadas y en los finales felices ambas sabemos que siempre hay un modo de escapar, de huir, de reventar la burbuja que nos asfixia, ambas estamos concientes que mañana será otro día y que el futuro algo bueno debe de traer…
Pronto ambas seremos libres, solo es tiempo… y tal vez un cuchillo lo que se necesita…
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