lunes, 31 de diciembre de 2007

el gran banquete

El gran banquete

Navidad, el gran banquete y como cada año, tu, luciéndote ante tus invitados “el anfitrión idóneo”, yo como siempre el trofeo de guerra, modosita y alegre, envuelta en mi mundo de cristal, vestida de seda y arreglada cual muñeca.

Llega la cena todo se vuelve mas desagradable aun, la mesa, simplemente exquisita, colocado cada puesto con una atención que perturba, las velas, la música, todo me suena estúpidamente perfecto, la ensalada, la pasta, los aperitivos, la vajilla de cristal cortado con bisel dorado, los invitados perfectos, el anfitrión perfecto y ese maldito pavo, perfectamente horneado, con el cuidado que solo un especialista podría darle, grande, gordo y muerto, cambiaria su lugar por el tuyo sin dudarlo ni un segundo, en especial cada vez que veo esos dedos tuyos, gordos, torpes y asquerosos cortando y desgarrando la carne del pavo, del plato a la boca, esa boca gorda y grasosa, por la que de vez en cuando dejas escapar un trozo de este, simplemente se me antoja una imagen de lo mas grotesco, pero la agonía continua, simplemente me resulta vomitivo pensar que llegada la noche querrás tener sexo nuevamente conmigo, y que tus manos se posaran sobre mi piel, y que tus labios bailaran por mi cara…Y que querrás comparar el gran banquete navideño conmigo, y desearas penetrarme, y hacerme tuya una y otra vez, como si en verdad la gozara, es que no entiendes? Como puedo gozar algo tan repugnante!!!, simplemente me siento como tu muñeca sexual, una muñeca inmensamente costosa a la que te agrada presumir de vez en cuando durante las cenas navideñas…, es que sencillamente todo esto se me antoja un mal sueño, uno donde no soy mas que tu puta!

La velada esta por terminar y discretamente me tomas de la nalga asegurándote de que todos tus invitados lo hayan notado (¡si, mírenla! primorosa muñeca de cristal la que me voy a coger) simplemente desearía haber tenido el valor en la cena de haberte clavado el cuchillo, o mas sencillo, te pudiste haber ahogado con la pechuga, los trozos que devorabas eran suficientemente grandes como para cerrar tu garganta, pero es que el destino me aborrece y debo terminar contigo esta noche…

Finalmente todo terminara como cada navidad… con un orgasmo fingido debajo de tu corpulento cuerpo… la verdad ya ni me interesa si notas que lo finjo o no… sinceramente no creo que en verdad te interese el hecho de que yo goce… pero esta bien… pronto será año nuevo y con el una nueva vida… y un renacer sin ti….

1 comentario:

Anónimo dijo...

he descubierto que te amo de solo leerte. me encanta lo que escribes ojala publiques tu email.,