Ventilador

ventilador
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El sonido de un viejo ventilador, los niños afuera jugando, y este calor aplastante día y noche, así son las noches aquí en mi tierra, donde de vez en cuando llueve, pero cada noche se derrama sangre, esta no es una historia de amor, ni de odio, es una historia de un lugar azotado por la muerte y oprimido por las culpas, un lugar tranquilo a donde nunca nadie viene y no por temor a la muerte, pues muchos aquí la desean con ansias, sino simplemente porque en este lugar nunca pasa nada.

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Normalmente solo me siento a mirar el ventilador girar frente a mi en un intento desesperado de refrescarme, incluso en la noche solo hago eso mientras escucho a los grillos cantar, o a uno que otro coyote que ha errado el camino, aveces cuando el ventilador se detiene me dedico a lo mio...

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El trabajo de muerte es siempre el mismo: entrar, degollar, limpiar, y silenciar a los testigos, en verdad ya ni se por que lo hago, unos dicen que para sobrevivir, otros que simplemente por diversión, pero yo no creo que sea eso, hace mas de tres meses que no recibo mi paga, y sin embargo continuo haciéndolo, vivo de un modo modesto y tranquilo, tampoco lo hago por diversión, pues ya no siento placer alguno, es mas bien como una necesidad mórbida, como parte de mis entrañas, simplemente algo que tengo que hacer...

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En fin, el ventilador nuevamente ha dejado de funcionar, esta noche tendré trabajo que hacer, aun no he seleccionado a mi víctima, tal vez sea el alcalde, me parece una persona agradable, creo que incluso me agrada un poco, pero alguien tiene que ser, el ventilador se apago y no encuentro mejor forma de pasar el tiempo...